ARTESANÍA

Para nosotros es un privilegio elaborar nuestras bebidas con la mínima intervención y dejando a la naturaleza hacer su trabajo.

En 2016, el GOBIERNO DE ARAGÓN reconoce nuestra forma de trabajo artesanal y nos concede la distinción de EMPRESA ARTESANAL ALIMENTARIA.

Desde 2018 formamos parte de la agrupación VIGNERONS DE HUESCA, integrada por 6 bodegas familiares de la provincia.
Esta iniciativa busca la diferenciación del producto y la vinculación del mismo al territorio, potenciando la “Triple A” (Agricultor – Artesano – Artista).

Desde 2019 formamos parte del «Círculo Agroalimentario Comparte el Secreto» que está formado por actores principales del ecosistema agroalimentario que ponen en valor nuestro sector y alimentos.

Viticultura y elaboración a la

antigua usanza

Cultivamos responsablemente y de forma tradicional nuestras vides, con bajos rendimientos ya que depende directamente de ellas el obtener vinos de calidad. No les pedimos más de lo que están dispuestas a darnos. Buscamos uvas equilibradas, maduras fenólicamente manteniendo buenas acideces, de tamaño pequeño, con una relación piel/pulpa muy alta. Nos ayuda a ello el tipo de suelo pobre, calizo, pedregoso y algo arenoso de nuestros viñedos, el stress hídrico y los bajos rendimientos obtenidos en laderas de secano.

La uva se vendimia de forma manual en cajas de 15 kg durante las primeras semanas de octubre y es transportada hasta las bodegas de Montesa y Almunia de San Juan (Huesca) que se sitúan a escasos kilómetros de los viñedos. Se revisan todos los racimos, y se retiran aquellos granos de uva que no estén en un perfecto estado sanitario.

Se despalilla la uva, para evitar que entren partes herbáceas en la fermentación.

Elaboramos nuestros vinos con la mínima intervención para dejar que la uva se muestre en su máxima expresión. Debido al alto contenido en antioxidantes de nuestras uvas, el uso de sulfitos (conservantes) es mínimo. Nuestros vinos no son corregidos de ninguna forma ni en ningún momento. Se presentan a la vez, para mantener su esencia, sin clarificar y con un ligero filtrado.

Cerramos el círculo aportando de nuevo a la tierra lo que nos dio, tales como restos de poda y hollejos de la uva después de fermentar y abonamos con estiércol curado de las ovejas de la familia, en calles alternas cada año.