A escasos kms de Barbastro los viñedos se asientan sobre laderas pedregosas, pobres y en secano, a altitudes entre 550 y 750 metros. Una climatología privilegiada a los pies del Pirineo y un cultivo respetuoso y tradicional hacen el resto.
Debido a las características del terreno, la forma de trabajo y la baja pluviometría, apenas se obtienen 2.500 kgs por hectárea.
Las uvas que se obtienen son muy concentradas, tanto en azúcar como en aromas y antioxidantes naturales, lo que hará posible una dosis muy baja de sulfitos en los vinos para su conservación.
Elaboramos vinos de alta expresión en los que se refleja la herencia de una tierra que mira hacia el futuro desde una perspectiva ancestral de concebir el vino.
Son vinos elaborados con la mínima intervención posible, sin prisa, dejando que el tiempo, el oxígeno y las reacciones biológicas naturales hagan su trabajo para que puedan expresarse de la forma más auténtica posible. Es por ello que se presentan sin clarificar y con un ligero filtrado.